Dentista en tiempos de crisis

02 Mar Dentista en tiempos de crisis

Como es normal, cuando no te encuentras en un tratamiento específico, visitas al dentista en circunstancias de crisis generadas por dolores intensos, lesiones o molestias, y cuando esto sucede, acudes al dentista de manera express y no siempre vas con el de tu preferencia sino con el que tienes a la mano.

Este escenario genera un sentimiento de incertidumbre debido a que en primera, no sabes qué es lo que pasa y en segunda y si vas con el odontólogo que tienes a la mano, no sabes quién te atenderá.

A continuación encontrarás los padecimientos repentinos más comunes:

1. Procesos cariosos (caries): estos se presentan cuando la bacteria se implanta en la pieza dentaria y empieza a perderse la continuidad del esmalte, produciendo una perforación y destrucción del tejido, lo cual puede llegar a tocar la cavidad pulpar, que es lo que hace sensible al diente, produciendo fuertes impactos de dolor.

   Para atender el problema será necesario aplicar una restauración de resina, lo cual permite que dicha pieza dentaria vuelva a tener su funcionamiento normal en el proceso de masticación.

2. Fracturas por accidentes: esta situación es muy común sobre todo en niños y preadolescentes, que a través de un fuerte impacto, llegan a fracturar los dientes. En estos casos es necesario atender a la brevedad con una restauración para de igual forma, volver a darle la anatomía perdida ante el traumatismo.
3. Terceros molares: las llamadas “muelas del juicio” generalmente presentan problema en su erupción por su desarrollo tardío. Es decir, estas hacen su erupción después de la adolescencia, y en muchas de las ocasiones y por la misma erupción tardía, ya no encuentran espacios para colocarse.

   Esto provoca un impactamiento, que significa que choca con el molar que le antecede. En casi la totalidad de las veces se requiere que el área de cirugía maxilofacial realice la extracción de la pieza para regresar la armonía a los dientes.

Para prevenir estas “crisis”, es importante mantener una salud e higiene dental óptima, así como visitar de manera constante al dentista, por lo menos una vez cada seis meses. De esta manera, prevendrán anomalías teniendo una boca sana y limpia.